La parte auditiva del oído recoge y convierte las ondas sonoras en impulsos nerviosos. La parte

vestibular responde a cambios en la posición y movimiento de la cabeza para mantener el equilibrio.

El oído externo consta de un pabellón auditivo, un meato auditivo externo y una membrana timpánica. El pabellón recoge ondas sonoras y las canaliza hacia la membrana timpánica a través del meato, que se extiende a lo largo de la entrada de la cavidad del oído medio. El martillo del oído medio esta unido a la membrana timpánica, y se articula con el yunque que a su vez esta también unido con el estribo. La parte inferior del estribo esta unidad a la membrana que cubre la ventana oval. La cavidad timpánica se comunica con la nasofaringe a través de la trompa de Eustaquio, que sirve para igualar la presión del aire a ambos lados de la membrana timpánica.

El oído interno está formado por pasadizos llenos de líquido llamado perilinfa excavados en el hueso: el laberinto óseo. Al final se encuentra la cóclea que está compuesta por tubos alargados enrollados alrededor de un pilar óseo central. Con forma de cuerno, la cóclea tiene una parte dilatada y una zona estrecha.  Dentro se encuentra la rampa coclear que es un espacio triangular y membranoso lleno de endolinfa y cerrada por la rampa vestibular y la rampa timpánica.

El órgano de Corti, el complejo receptor de la audición, está formado por una fila de células ciliadas internas y de tres a cinco filas de células ciliadas externas, sostenidas por células de soporte y unidas a la membrana basilar dentro de la rampa coclear.                                       

Las ondas del sonido producen vibraciones en la membrana timpánica. Las oscilaciones de los huesecillos hacen vibrar a la membrana que cubre la ventana oval, moviendo la perilinfa en el interior de las rampas de la cóclea. El movimiento de este líquido en la rampa timpánica origina vibraciones en la rampa vestibular y con estos movimientos se doblan los cilios de las células que generan potenciales de acción que son conducidos hacia el cerebro por las células nerviosas de los ganglios espirale.


NERVIO Y VIAS COCLEARES (PAR VIII CRANEAL)

 El nervio coclear conduce los impulsos generados por el órgano de Corti hacia los núcleos cocleares. Las vías centrales que se extienden desde dichos núcleos hasta las estaciones celulares de relevo intermedias troncoencéfalo y tálamo en su camino hacia la corteza cerebral. Tras penetrar en el bulbo raquídeo, cada axón del nervio se divide, enviando una rama a cada uno de los núcleos cocleares, dorsal y ventral. Los nervios eferentes del núcleo coclear dorsal forman la estría acústica dorsal para después cruzar el tegmento pontino en dirección a un complejo celular de relevo el núcleo olivar superior, del mismo modo las fibras eferentes aportan nuevos elementos al lemnisco lateral ascendente. Estas fibras finalizan en el coliculo inferior ipsilateral o contralateral.

CORTEX

La corteza auditiva primaria está situada en su mayor parte en la superficie superior del lóbulo temporal, en las circunvoluciones de Heschl. Las áreas auditivas de orden superior rodean el área primaria.

Los lóbulos temporales de los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo no son simétricos. La corteza auditiva de orden superior, situada caudal a la corteza auditiva primaria del hemisferio izquierdo, es el área de Wernicke, especializada en la interpretación del lenguaje.